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El Alcohol y
los Ancianos
Después de que
su esposo murie-
ra, la abuela Ana
María comenzó a
ingerir, de vez en cuando, una copita de vino,
según ella, “para poderse dormir”.
Sin embargo, este hábito se le ha converti-
do en un vicio.... Ahora necesita al menos tres
tragos, y a veces algunos más, para poder ter-
minar el día.
Esta historia es muy común, y también lo es, el
hecho de que tanto familiares, amigos y profe-
sionales del cuidado de la salud, pasen por alto
los hábitos en los ancianos respecto a las be-
bidas alcohólicas. El alcohol merece atención
especial, sobre todo en esta etapa de la vida.
Efectos del alcohol
Aún un trago muy pequeño de alcohol puede
perjudicar el juicio, la coordinación y el tiempo
de reacción. Puede aumentar el riesgo de su-
frir accidentes en el hogar y en el trabajo, in-
cluyendo caídas y fracturas de la cadera. Tam-
bién contribuye a un mayor riesgo de sufrir
accidentes con vehículos automotores — un
problema particularmente importante, debido
a que cerca de un 10% de los conductores de
este país tienen más de 65 de edad.
La bebida también puede ser peligrosa o aún
mortal al mezclarse con algunas medicinas
-tanto las recetadas como las que se venden
sin receta-. He aquí un par de ejemplos:
-- La aspirina puede causar hemorragias en
el estómago y en los intestinos. Si usted toma
aspirina mientras ingiere alcohol, aumenta el
riesgo de sufrir una hemorragia.
-- Las medicinas para la gripa y las alergias
(los antihistamínicos) a menudo le producen
sueño a la gente.
Cuando el alcohol
se combina con
esas medicinas,
puede hacer que
la somnolencia
empeore y que el
conducir un vehí-
culo sea aún más
peligroso.
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Del 3 al 8 de Octubre del 2022